HUAMANTLA HOY

La Leyenda de las #Cavernas de Santa María Las Cuevas, Atltzayanca

Cuenta la leyenda que quien se atreva a profanar las cavernas de este lugar jamás volverá a ver la luz del sol

ATLTZAYANCA

5/4/20252 min read

Atltzayanca, Tlaxcala.- Sábado 3 Mayo 2025.- Hace muchos, muchísimos años, cuando el tiempo parecía detenerse en las tierras de Tlaxcala, los antiguos habitantes dejaron su huella en un rincón sagrado del municipio de Atltzayanca. Allí, en la comunidad de Santa María Las Cuevas, se encuentra un paraje envuelto en misterio: Las Calaveras.

Cuenta la leyenda que quien se atreva a profanar las cavernas de este lugar jamás volverá a ver la luz del sol. Los ancianos del pueblo, guardianes de la memoria colectiva, aseguran que nadie ha regresado después de entrar, si es que alguien lo ha hecho alguna vez.

El temor y el respeto mantienen a los curiosos a raya; nadie se atreve a cruzar sus umbrales, pues la advertencia ha pasado de generación en generación como un eco que no se apaga.

En medio de campos de frijol y maíz, ocultas entre piedras de tepetate, yacen las rocas ancestrales. En ellas, grabadas por manos desconocidas hace miles de años, aparecen figuras misteriosas: rostros humanos, símbolos extraños y, sobre todo, tres calaveras talladas con una precisión inquietante. Cada una con un gesto diferente, como si observaran al visitante desde otro tiempo.

Se dice que en esas piedras no pasa el tiempo. Quienes han visitado el lugar afirman que al estar ahí, el mundo exterior deja de importar.

El silencio es profundo, como si la tierra misma guardara un secreto antiguo.

Aunque los vestigios han sido tocados por el clima y el olvido de las autoridades, la presencia de los petroglifos sigue viva.

La entrada a la caverna orientada hacia el oriente y su salida, hacia el poniente, están ahora bloqueadas por piedras y tierra, como si algo quisiera mantenerla cerrada… o quizás contener lo que hay dentro.

Los sabios del pueblo dicen que aquel que se atreva a entrar sin permiso de los antiguos espíritus será tragado por la cueva y vagará entre sombras, atrapado entre los siglos.

Así lo cuenta el viento en Santa María Las Cuevas. Así lo recuerda la tierra. Y así, generación tras generación, perdura la advertencia: no profanes Las Calaveras, o el sol no volverá a tocar tu rostro.

Fotografía: Hotwhels Altzayanca